Es un defecto cardíaco que ocurre desde el nacimiento (congénito), en el cual los dos vasos principales que llevan sangre lejos del corazón, la aorta y la arteria pulmonar, están intercambiados (transpuestos).
Transposición de las grandes arterias; TGA; d-TGA
Se desconoce la causa de la mayoría de los defectos cardíacos congénitos.
Los factores en la madre que pueden incrementar el riesgo de esta afección abarcan:
La transposición de los grandes vasos es un defecto cardíaco cianótico, lo que significa que hay disminución del oxígeno en la sangre bombeada desde el corazón al resto del cuerpo.
En los corazones normales, la sangre que regresa del cuerpo pasa a través del lado derecho del corazón y la arteria pulmonar hacia los pulmones para obtener oxígeno. La sangre regresa luego al lado izquierdo del corazón y sale fuera de la aorta hacia el cuerpo.
En la transposición de los grandes vasos, la sangre va a los pulmones, se oxigena, retorna al corazón y luego fluye de nuevo hacia a los pulmones, sin siquiera ir al cuerpo. La sangre del cuerpo retorna al corazón y regresa al cuerpo sin siquiera captar oxígeno en los pulmones.
Los síntomas aparecen al momento de nacer o muy poco después. La gravedad de los síntomas depende del tipo y tamaño de los defectos cardíacos (como comunicación interauricular o conducto arterial persistente) y de la cantidad de oxígeno que se moviliza a través de la circulación general del cuerpo.
La enfermedad es el segundo defecto cardíaco cianótico más común.
El médico puede detectar un soplo en el corazón al auscultar el tórax con un estetoscopio. La boca y la piel del bebé estarán de un color azul.
Entre los exámenes más frecuentes se encuentran los siguientes:
Al bebé se le administrará inmediatamente un medicamento llamado prostaglandina por vía intravenosa (IV). Este medicamento ayuda a mantener el vaso sanguíneo, llamado conducto arterial, abierto, permitiendo algo de mezcla de las dos circulaciones de sangre.
Se puede necesitar un procedimiento en el que se utiliza una sonda flexible y delgada (septostomía interauricular con balón) para crear un gran orificio en el tabique interauricular con el fin de permitir que la sangre se mezcle.
Se utiliza un tipo de cirugía llamado procedimiento de recambio arterial para corregir en forma permanente el problema dentro de la primera semana de vida del bebé. Esta cirugía invierte las grandes arterias de nuevo a la posición normal y mantiene las arterias coronarias conectadas a la aorta.
Los síntomas del niño mejorarán después de la cirugía para corregir el defecto. La mayoría de los bebés sometidos a un recambio arterial no tienen síntomas después de la cirugía y llevan vidas normales. Si no se realiza la cirugía correctiva, la expectativa de vida es de sólo meses.
Esta afección se puede diagnosticar antes del nacimiento utilizando una ecocardiografía fetal; de lo contrario, generalmente se diagnostica poco después de que el bebé nace.
Acuda a la sala de urgencias o llame al número local de emergencias (como el 911 en los Estados Unidos) si la piel del bebé se torna de color azulado, especialmente en la cara o el tronco.
Llame al médico si su bebé padece esta afección y se presentan nuevos síntomas, los síntomas empeoran o continúan después del tratamiento.
Las mujeres que planean quedar embarazadas deben aplicarse la vacuna contra la rubéola si aún no están vacunadas. Igualmente, el hecho de comer bien, evitar el alcohol y controlar la diabetes tanto antes como durante el embarazo puede ayudar.
Webb GD, Smallhorn JF, Therrien J, Redington AN. Congenital heart disease. In: Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, Libby P, Libby P, eds. Braunwald's Heart Disease: A Textbook of Cardiovascular Medicine, 9th ed. Philadelphia, Pa:Saunders Elsevier; 2011:chap 65.